Eliminar el plástico de los envases es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta el sector agroalimentario. Cada año se producen en el mundo cerca de 500.000 millones de botellas de plástico, donde gran parte se convierten en residuos que acaban contaminando el medio ambiente. El reciclaje del plástico no ha servido para evitar la terrible contaminación ambiental, lo que requiere a los distintos actores implicados a cambiar de estrategia respecto al envasado.

Medidas que se han ido tomando en el sector a lo largo de la cadena de suministro:

  • La industria del plástico ha apostado por la innovación de envases diseñados con materiales más sostenibles. Aún así, esta medida sigue siendo mínima, pues siguen produciendo millones de toneladas de plástico contaminante. Y en el caso de aquellas empresas que deciden innovar en la fabricación de plásticos más sostenibles, para que lo sean realmente, tienen que diseñar el ciclo de vida completa del envase, desde la adquisición de las materias primas hasta el fin de la vida útil del envase, algo que aún no se está haciendo de forma efectiva. Se piensa en usar materiales reciclables que podrían seguir siendo contaminantes o se falsea la información sobre el envase dando falsa sensación de protección ambiental al usuario. El objetivo final debería ser el residuo cero, no seguir con el reciclaje que también contamina.

  • Integración de los residuos de envases en la cadena productiva mediante reutilización. Igualmente esta medida sigue teniendo un mínimo impacto en el cambio pues no se han implementado sistemas de devolución y retorno de envases que permitan eficazmente su reutilización, cumpliendo con el objetivo de residuo cero hasta el fin de la vida útil del envase.

  • La actual legislación del plástico de un solo uso que entró en vigor en julio de 2021, no está cumpliendo realmente su función pues no se hacen controles sobre su cumplimiento, lo que provoca que por ejemplo sigan en el mercado tapones de botellas de plástico que siguen sin estar unidos a la botella.

  • La eliminación de la coloración en los envases plásticos permitirá que cuando no se puedan reutilizar, se podrán reciclar para fabricar nuevos envases.

Las principales barreras que impiden que se deje de usar plástico contaminante en los alimentos y bebidas son por un lado la propia industria fabricante que no quiere renunciar a ello, y por otro, que cada fabricante, cada distribuidor de alimentos y bebidas quiere tener su diseño personalizado, que le distinga en el mercado, que le permita ofrecer un producto más atractivo al consumidor. Ambas actitudes van en contra de protección de nuestro ecosistema y es insostenible, se necesita más inversión en innovación y colaboración de las políticas medio ambientales para que ello sea posible.

 

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