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La sostenibilidad es un concepto cada vez más importante para las empresas, que buscan hacerse sostenibles no sólo por responsabilidad corporativa o medioambiental, sino también para mejorar su imagen entre un consumidor cada vez más preocupado por el medioambiente y que valora a las empresas sostenibles a la hora de comprar sus productos, o contratar sus servicios.
Muchas empresas de todo tipo y tamaño recurren hoy día a consultoras especializadas en servicios de ecodiseño como Kaeltia para adaptar sus procesos productivos, de comercialización o de gestión, y hacerlos más sostenibles. Pero ¿realmente sabemos qué es la sostenibilidad? Veamos en detalle en qué consiste este concepto, por qué es tan importante, y cómo aplicarlo a las empresas hoy día.
¿Qué es una empresa sostenible?
Definimos como empresa sostenible a aquella que tiene entre sus prioridades no sólo la economía, sino también el compromiso social o la preocupación por el medioambiente, a fin de generar no sólo un beneficio económico a corto plazo, sino también bienestar y progreso a largo plazo, sin descuidar su impacto directo e indirecto en su entorno. Una empresa sostenible medioambientalmente apuesta -entre otras medidas- por:
- usar materiales sostenibles
- disminuir el uso de materias primas y la generación de residuos
- gestionar adecuadamente los residuos que genera
- adoptar medidas de ahorro energético, y usar energía renovables
- fomentar el reciclaje
- minimizar el uso de combustibles fósiles y los desplazamientos
Una buena forma de acreditar que una empresa realiza prácticas sostenibles y respetuosas con su entorno es, precisamente, consiguiendo un certificado de empresa sostenible. Las normas ISO son una buena forma de garantizar que sociedades y organizaciones cumplen determinados estándares, también de sostenibilidad.
Así ocurre por ejemplo con el certificado ISO 14001, que establece sistemas de gestión ambiental en las empresas y es uno de los más demandados actualmente, ya que ayuda a lograr un uso más eficiente de los recursos mejorando tanto la rentabilidad como la imagen corporativa. También destaca el ISO 5001, que fomenta un uso más eficiente de la energía.
¿Qué ventajas aporta la sostenibilidad a las empresas?
Por mucho que la sostenibilidad sea una demanda de los consumidores, desde el punto de vista del empresario es lógico preguntarse qué ventajas tiene ser una empresa sostenible, sobre todo teniendo en cuenta que, a corto o medio plazo, lograrlo puede requerir una inversión que, obviamente, se espera poder amortizar.
Lo cierto es que la sostenibilidad por sí sola no sólo aporta una imagen corporativa y de marca que el consumidor valora y demanda, sino que además, por sí solo, este concepto redunda en una serie de beneficios -más allá de los medioambientales- cuando se implementa en las empresas:
- incrementa la productividad
- reduce los costes de operatividad
- mejora la competitividad
- aumenta el atractivo para posibles inversores
- mejora la imagen ante accionistas y consumidores
- permite acogerse a beneficios fiscales
Prueba de las numerosas ventajas que ofrece la aplicación de criterios de sostenibilidad a las empresas, es que cada vez más las grandes compañías lo consideran un factor clave para su futuro. Según estudios, más del 80% de los ejecutivos de las principales empresas creen que seguir una estrategia de sostenibilidad es fundamental para garantizar la competitividad de su negocio hoy o en un futuro cercano.
Ejemplos de empresas sostenibles en España
Prueba de lo que acabamos de decir, es que cada vez más compañías de renombre apuestan por la sostenibilidad como clave para su viabilidad presente y futura. Veamos algunos ejemplos de empresas sostenibles en España:
Esveva:
Esveva es una empresa española que se dedica a la fabricación de esponjas vegetales de luffa a través de un proceso 100% artesanal, con las que se puede desde cuidar la piel hasta realizar la limpieza doméstica de forma totalmente respetuosa con el medioambiente.
La Flor de Limón:
Gracias a su producción 100% ecológica, los limones de Novales (Cantabria) presumen de tener un sabor único y de ser un producto que marca la diferencia, al contar con una piel gruesa y carnosa que hace que se mantengan en buen estado durante más tiempo.
Eco Basics:
Esta empresa con sede en Girona promueve formas de alimentación ecológica, certificada y empleando envases con ecodiseño, apostando además por incorporar productos orgánicos a la dieta diaria para mejorar la salud y el bienestar.
Naturbrush:
Naturbrush es una empresa española que, bajo la premisa de convertir gestos cotidianos en gestos sostenibles, se centra en la fabricación de cepillos dentales biodegradables hechos a base de madera de bambú, para reducir así su impacto medioambiental. La idea, afirman, surgió en respuesta al preocupante problema de la acumulación de residuos plásticos en nuestros océanos.
Souji:
Esta empresa asegura haber creado un producto revolucionario e innovador que transforma el aceite usado de la cocina en un práctico limpiador multiusos. Para ello utiliza además un recipiente sostenible fabricado a base de papel y restos de periódicos reciclados.
¿Qué hacer para que una empresa sea sostenible?
Son muchas las acciones sostenibles que las empresas pueden llevar a cabo para aplicar criterios de sostenibilidad y mejorar su imagen corporativa y de marca; algunos ejemplos que son relativamente sencillos de implementar:
- Reducir el consumo de papel: se puede apostar por los formatos y documentos digitales, y limitar la impresión en papel sólo a casos estrictamente necesarios.
- Ahorrar energía: fomentando hábitos tan simples como apagar las luces o equipos que no se usen, ajustar la climatización, aprovechar al máximo la luz natural…
- Educación ambiental: la formación ambiental a los empleados es cada vez más importante para crear concienciación ecológica y cambiar hábitos.
- Reciclar, Reducir, Reutilizar: la cantidad de residuos que genera una empresa puede ser enorme, de ahí la necesidad de fomentar las famosas 3 R.
- Buscar proveedores sostenibles: apostar por proveedores también comprometidos con la sostenibilidad, o que sean de proximidad, puede suponer un gran cambio.
- Aplicar el ecodiseño: es decir, diseñar productos ambientalmente respetuosos desde su producción hasta el fin de su vida útil.
- Usar transporte sostenible: fomentar el uso de car-sharing o medios de transporte no contaminantes: bicicletas, patinetes eléctricos, transporte público, etc.
- Concienciación: crear campañas de concienciación medioambiental entre los clientes contribuye notablemente a mejorar la imagen corporativa pública.
- Ayudar: las empresas pueden colaborar económicamente -o incluso de otras maneras- con ONGs que realicen acciones de cuidado del medioambiente, por ejemplo.
Lo más importante a la hora de implementar estas y otras políticas es adoptar los valores de una empresa sostenible como propios, para que no se conviertan en cambios puntuales o limitados a acciones de cara al público, ya que la mayoría de clientes cuentan con la formación y la concienciación suficiente para ser capaces de identificar cuándo una empresa realmente está comprometida con la sostenibilidad, y cuándo trata únicamente de hacer un “lavado de cara” que no se traduce en cambios verdaderos, algo que el consumidor medio acaba penalizando.
En cualquier caso, es importante reseñar de nuevo que la sostenibilidad va mucho más allá del respeto al entorno y el medioambiente, y que es toda una filosofía que aporta numerosos beneficios a las empresas, los cuales no se limitan únicamente a la imagen corporativa sino que incluyen desde la eficiencia en el uso de recursos hasta el ahorro de costes. Es por eso que cada vez más firmas que quieren ser empresas sostenibles recurren a consultoras como Kaeltia, que ofrece servicios de asesoramiento y consultoría a medida para las empresas que buscan cambiar sus productos o servicios mediante prácticas sostenibles como el ecodiseño.