Sostenibilidad

¿Qué es la economía circular?

Si te preocupa el medioambiente, seguramente te hayas preguntado qué es la economía circular de la que tanto se habla. Se calcula que cada habitante de España genera cerca de media tonelada de residuos al año: se trata de uno de los impactos más destacados del modelo de economía lineal en el que estamos inmersos, y que tiene un alto impacto en nuestro planeta, generando altas tasas de contaminación y de consumo de recursos no renovables.

Ante esta situación, es imperante implantar modelos de producción y consumo más sostenibles para el medioambiente, y aquí es donde entra en juego este nuevo modelo de economía; pero, ¿qué es y cuáles son los principios de la economía circular? Vamos a explicarte a continuación qué es la economía circular, cómo funciona la economía circular, y por qué es tan importante para nuestro futuro.

Economía circular: definición

Podemos definir la economía circular como un nuevo modelo económico de producción y consumo que apuesta por un crecimiento sostenible, promoviendo la optimización de recursos y un menor consumo de materias primas, y maximizando el aprovechamiento de los residuos para extender su vida útil y darles un valor añadido.

La economía circular busca por tanto “imitar” los procesos que ocurren en la naturaleza, en la que todo -absolutamente todo- se aprovecha y no existe el concepto “basura”, sino que todo residuo o desecho se integra de nuevo en el sistema. De esta forma, se evita el sistema lineal de la economía actual, que se basa en el “usar y tirar”, y se apuesta por prevenir la generación de residuos, reutilizar en la medida de lo posible, y reciclar al final de la vida útil del producto, siempre como paso último de todo el proceso.

¿Cuáles son las 7 R de la economía circular?

Aquellos que ya saben algo sobre qué es la economía circular, seguro que han oído hablar de las famosas 3 R (Reducir, Reutilizar y Reciclar). En los últimos años, estos principios se han ido complementando con otros conceptos igualmente útiles: ¿por qué no hacer los productos más duraderos desde el principio? ¿Por qué no repararlos en lugar de tirarlos? Esto es de lo que tratan precisamente las 7 R de la economía circular:

  1. Rediseñar: se trata de hacer productos pensando en el medioambiente y en la sostenibilidad, a partir del ecodiseño.
  2. Reducir: hay que buscar no sólo reducir lo que consumimos, sino también los residuos que generamos, para prevenir el daño al planeta.
  3. Reutilizar: podemos alargar la vida útil de los productos, dándoles un nuevo uso o, por ejemplo, vendiéndolos de segunda mano.
  4. Reparar: cuando un producto se estropea, pensamos rápidamente en comprar uno nuevo. ¿Has pensado cómo afecta eso al planeta?
  5. Renovar: en lugar de desechar un producto o un objeto anticuado, podemos pensar en actualizarlo o renovarlo para que sea otra vez útil.
  6. Recuperar: se busca recoger productos o materiales que hayan sido desechados, para intentar reintroducirlos en la cadena productiva.
  7. Reciclar: cuando ya no es posible seguir usándolos, podemos recoger productos y materias primas para generar otros nuevos. ¡Recuerda, es la última opción!

Diferencias entre economía lineal y circular

Quienes desconocen qué es la economía circular y qué diferencia hay con la economía lineal, diezmos, en primer lugar, que las economías humanas han optado hasta nuestros días por modelos de producción lineal, basados en la extracción de materias primas, la producción de bienes de consumo, y en su desecho final en un vertedero. Con una población en aumento y que cada vez consume más, este modelo -basado en un gran consumo de recursos– es insostenible y pone en peligro todas las formas de vida (sí, también a nosotros, los humanos).

Por el contrario, la economía circular busca implantar un modelo productivo mucho más sostenible, en el que las materias primas no se desechan tan rápidamente, por lo que se reduce su ritmo de extracción y además se generan menos residuos. Por tanto, un principio fundamental de la economía circular es que los recursos se mantengan en el proceso productivo el mayor tiempo posible

Economía circular: ejemplos

Todo esto está muy bien… sabemos qué es la economía circular, cuáles son sus principios,  pero ¿cómo se puede aplicar la economía circular? ¿Cómo pueden implementar la economía circular en las empresas? Una forma sencilla y muy eficaz de aplicar la economía circular es reducir al mínimo posible la generación de residuos, tanto durante el proceso de producción como durante su funcionamiento: por ejemplo, luchando contra la obsolescencia programada, o diseñando productos más sostenibles, algo que es posible gracias al ecodiseño en Kaeltia.

Otras formas de apostar por una economía o comercio circular dentro de las empresas, son:

  • Recogida y reciclado de materiales para producir nuevos productos.
  • Reutilizar productos, por ejemplo ofreciendo sistemas de recompra de aquellos que estén usados.
  • Dar valor a los residuos, considerándolos como recursos y no como “basura”, y buscando aprovecharlos al máximo.
  • Apostar por compartir, como ya hacen empresas de car sharing de coches en muchas ciudades, por ejemplo.
  • Mejorar los diseños de los productos para que sean más eficientes y más sostenibles, desde su origen y hasta el final de su vida útil.
  • Productos como servicio: es decir, ofrecer el acceso a un producto, en función de la necesidad, en lugar de venderlo en propiedad. Es la llamada economía de servicios.

Beneficios de la economía circular

Ya hemos visto los cambios que puede traer la economía verde y circular a nuestro planeta. No obstante, los beneficios de la economía circular no repercuten sólo en el medioambiente, también en nosotros, beneficiándonos de muchas formas. Veamos todas sus ventajas:

Cuida el medioambiente:

Al apostar por la reducción del uso de materias primas y recursos naturales, la economía circular reduce el impacto de su extracción en el medioambiente, contribuyendo a evitar la destrucción de ecosistemas y la pérdida de biodiversidad.

Reduce el uso de materias primas:

La economía lineal necesita de una gran demanda de materias primas que, a menudo, son escasas y suponen una gran dependencia respecto de algunos países. La economía circular busca romper esa dependencia, reduciendo el uso de recursos, reaprovechándolos, y apostando por materias primas de origen local o de proximidad.

Fomenta el empleo y la innovación:

Para quienes saben qué es la economía circular, saben que, si algo implica la apuesta por la economía circular, es una inversión en innovación y en nuevas tecnologías: esto supone un aumento de la competitividad y fomenta la creación de nuevos empleos. Se calcula que, sólo en la UE, la economía circular podría generar 700.000 puestos para el año 2030.

Reduce los gases contaminantes:

Los procesos industriales suponen más del 9% de las emisiones de gases de efecto invernadero que emite la Unión Europea. Si conseguimos reducir la demanda de materias primas y de energía que requiere la industria para generar nuevos productos, apostando por dar una vida útil más larga a los ya existentes, podemos reducir las emisiones que causan el cambio climático.

Beneficia a las economías locales:

La economía circular estimula modelos basados en la producción y el uso de recursos de proximidad, fomentando la economía y el empleo locales.

En conclusión: ahora que conoces qué es la economía circular y todos los beneficios que supone para nosotros y para nuestro planeta… ¿No crees que es hora de comenzar a aplicarla? ¡Pongámonos manos a la obra!